martes, 12 de mayo de 2020

EL MUNDO DE LA GENERACIÓN Z



En mi opinión,  es “tramposo” el mundo al que se enfrentan las personas de la generación Z porque, a pesar de que tengan muchos más recursos que las generaciones anteriores, todas las cosas que tienen pueden ser mal utilizadas y por lo cual perjudicarles haciéndoles la vida mucho más difícil.
Las personas que pertenecen a esta generación han podido disfrutar de muchas cosas que las de otras no, pero eso no justifica que su vida sea más fácil por ello.
Antiguamente, al no haber internet ni tantas tecnologías y las formas de copiarse en exámenes eran mucho más clásicas, ahora existen pinganillos, relojes digitales, etc.
Las tecnologías han sido las protagonistas de este pensamiento que tienen muchas personas y es que son las que sin duda han avanzado más rápido.
Los expertos en tecnología defienden que estas fueron creadas para ayudar al ser humano, para adaptar mejor las “necesidades” y “deseos” humanos pero la realidad no es esa. Al principio, cuando surgieron las primeras tecnologías sí se utilizaban para mejorar la calidad de vida y satisfacer necesidades, pero con el paso de los años estas han avanzado tanto que se están convirtiendo en un arma destructiva. Con las tecnologías surgieron las redes sociales y con ellas un mundo inundado de mentiras y lleno de falsas apariencias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la adicción a los videojuegos como un desorden de salud mental ya que han creado depresiones, ansiedad y muchos otros más en jóvenes. Hoy en día, la mayoría de ellos no podrían vivir sin internet o sin algún aparato que les permitiera presumir, aparentar o comunicarse con millones de personas. Las personas que pertenecen a la generación Z viven rodeados de estos aspectos y rodeados de vidas falsas, cuerpos perfectos y personas perfectas que muestran eso y no es la verdadera realidad, esto les provoca vivir en un mundo “tramposo” rodeado de mentiras.
Al tener estas “ventajas”, está claro que pueden aportar más, por ejemplo, a la hora de realizar un trabajo en el instituto gracias a internet pueden buscar más información y lo más importante, lo pueden hacer en segundos por lo que se les exige mucho más, pero eso no es motivo de infravalorar su trabajo y su esfuerzo.
Escuchamos frases de nuestros mayores como “yo cuando tenía tu edad no tenía...”, “yo cuando tenía tu edad me tenia que buscar la vida para...” y muchas otras más.
Es difícil asumir y aceptar que no son los más felices solo por el simple hecho de disponer más recursos pero esto solo les ha provocado vivir en una realidad que no es la verdadera y cuando de verdad se tengan que enfrentar a la vida real se toparán con algo que nunca habían vivido o sospechado.
Debemos  asumir que estos recursos les han hecho crear pensamientos, exigencias hacia otros, a ellos mismos y en algunos casos incluso les ha provocado la sensación de no “servir” como persona ,solo por el simple hecho de no ser como el resto o no tener las mismas capacidades. Para algunas personas este siglo es el mejor vivido hasta ahora, sin embargo, cada año que pasa es más perjudicial que el anterior para ellos.

Este artículo de opinión, cuya autora es Nerea Berenguel Aguado -alumna de 1º de bachillerato-, se enmarca dentro de las actividades dirigidas por su profesora, Toñi Berenguel, miembro del departamento de Lengua Castellana y Literatura.




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