miércoles, 27 de abril de 2016

CONCURSO DE MARCAPÁGINAS

Con ocasión del día del libro ha tenido lugar un concurso de marcapáginas en el que muchos de nuestros alumnos han podido demostrar que son unos verdaderos artistas. Las mejores muestras se encuentran expuestas en la biblioteca, donde estarán durante todo el mes de mayo para que podáis pasar a admirarlas. Una vez finalizada la exposición, los autores podrán recoger sus creaciones para guardarlos como recuerdo. 


Detalle de algunos de los trabajos presentados
Detalle de algunos de los trabajos presentados


Ha sido muy difícil elegir al ganador debido a la gran variedad y originalidad de los trabajos presentados, pero finalmente, y por votación popular, el premio ha sido concedido a Ana Martínez. 


Imagen del marcapáginas ganador
 

sábado, 23 de abril de 2016

23 DE ABRIL

Cada vez que leemos un libro crecemos un poco más. Feliz día del libro a todos.


miércoles, 20 de abril de 2016

FINALISTA EN EL CONCURSO DE RELATOS DE NAVIDAD: QUIZÁS DE BEATRIZ GIL BOSSINI


LONDRES 1791
Me estoy ahogando.
Literalmente. Y doy mi palabra de que no es agradable.
Dicen que cuando estás a punto de morir ves tu vida pasar y que te quedas con los buenos momentos, pero yo sólo recuerdo cómo he llegado hasta este límite. Comenzó cuando nací con una marca de nacimiento que me llega desde la oreja hasta la barbilla del lado izquierdo de mi cara, y eso quieras o no llama la atención.
La cosa empeoró cuando una epidemia se llevó a mis padres y me quedé completamente sola a la edad de trece años. Así que tuve que abandonar mi humilde casa porque ya no podía mantenerla y me fui a vivir a la calle. No cuesta imaginar que fue duro. Muy duro. Al cabo de unos años un hombre me vio y me ofreció trabajo como criada de su hogar, y obviamente acepté. Para suerte la mía, ese hombre cuyo nombre no quiero recordar me pegaba muchas veces, pero prefería los golpes antes que los insultos. Las palabras duelen mucho más. Que soy una torpe, que con esa cara de pordiosera no llegaré nunca a nada, que estaba marcada por el diablo o exabruptos bastantes peores .Pero se me daba bien limpiar así que no me despedían. Hasta que un día me escapé de la casa porque tardé en comprender que yo no me merecía todo aquello aunque tuviera un techo dónde cobijarme...

La noche de mi fuga me vieron y dejaron a los perros sueltos para pillarme y llevarme de vuelta. Casi lo consiguieron. Me recuerdo huyendo y metiéndome en un lago para que dejaran de perseguirme y después frío. Mucho frío. Y hasta ahí llego a mi situación actual. Cierro los ojos, y para mi sorpresa no me muero, pero las fuerzas me abandonaron hace ya mucho, por lo tanto dejo que mi cuerpo vaya a la deriva y decide flotar hacia la superficie y llevarme a la orilla.
No sé si han pasado horas o días pero en algún momento decido poner en marcha. Viajo sin rumbo fijo, con escasa bebida y pocos alimentos pero he pasado por situaciones peores mientras vivía en la calle. Finalmente veo una posada y decido parar allí para ver si tienen sobras o una habitación que no esté ocupada. Al llamar a la puerta observo que hay un cartel diciendo que hay un puesto vacante como camarera y al comentárselo al dueño acepta. Pasan las semanas y voy recuperándome de todos los golpes que he recibido sólo quedan las cicatrices, que de hecho me gustan porque cada vez que las veo me digo que esa etapa de mi vida ya está superada.
Incluso he hecho unos cuantos amigos, la señora Duncan que es la mujer del dueño de la posada y su hijo de siete años Jackson. Son unas de las pocas personas que no me juzgan por la marca que me cruza todo el lado izquierdo de mi cara y que me tratan bien. Ya sé que los conozco de hace relativamente poco pero se han convertido en personas muy importantes para mí.
Quién sabe, a lo mejor mi historia tiene un final feliz.

domingo, 3 de abril de 2016

OMBLIGO, UN RELATO DE PABLO MARTÍNEZ

OMBLIGO

Nació no importa cuándo y no sé dónde. El caso es que era una tipa muy normal desde muy pequeña, no era ni especialmente guapa ni lista ni nada de nada, más bien todo lo contrario. Por aquella época sería una jovencilla entrando en la pubertad… Bueno, el caso es que una extravagancia sí que tenía, y es que tenía obsesión por su ombligo. Cuando estaba con gente no lo solía comentar, pero cuando estaba sola se pasaba todo el rato mirándolo, observándolo. Realmente lo quería muchísimo, no lo amaba como hace una pareja, sino de forma material, pero muy intensamente. También tenía el problema de que estos actos no le inquietaban… Pues bueno, llegó un día en el cual se lo miró tanto, tanto, tanto, tantísimo, que se metió dentro de él. Sí, así como os lo digo, tras parpadear se encontró encima de una superficie más o menos rugosa y suave como la piel que se extendía por todas direcciones, incluyendo unas paredes que cerraban un círculo a su alrededor. Durante un instante dudó dónde estaba, pero de repente le insurgió, recordó y comprendió que estaba en su propio ombligo. Se le vino a la cabeza como si siempre lo hubiera sabido, pero se dio cuenta de que era más bien como si alguien hubiera implantado esa información en su cabeza; y el mismo ente extraño le dictó: “No debo moverme; si lo hago, todo el suelo temblará, porque al hacerlo muevo todo en lo que estoy.” Luego se dio cuenta de que tenía algo en el ombligo, una especie de cápsula transparente, más bien una especie de pared que estaba haciendo de techo. Se la tocó con precaución de no mover nada más y un dedo gigante apareció en el cielo; al verlo, en un principio se asustó; pero volvió a recordar que era su propio dedo y la voz siguió dictándole: “Esta pared me protegerá si hay algún problema, así no saldré al exterior. Como era muy elástica pudo retorcerse hasta asomarse a su ombligo y vio a una mini ella allí dentro. Se sorprendió un poco y se giró levemente, ese fue su error. Todo el mundo se torció y pudo por muy poco cogerse de un pequeño pliegue. El ente, enfurecido y cansado, apareció y le transmitió de forma menos directa, como hablándole en vez de implantarle directamente los conceptos, el siguiente mensaje: “¡Estoy harto de ti! Tú has podido aguantar seis meses enteros alimentándote de tu entorno, tú misma, recuperando luego esas pequeñas heridas y llenándote el estómago al mismo tiempo; y has aguantado todo este tiempo la luz vacía y sin origen de este cielo, e incluso yo te he tenido que curar en malos momentos diciéndote cómo hacerlo; pero ahora en estas últimas y larguísimas milésimas de segundo he tenido que contrarrestar toda la fuerza que has generado al dejarte llevar por tu enorme y sencillo ladeo. Si suelto ahora empezarás a acelerarte infinitamente y sabes que esa pared transparente no lo aguanta todo; ya estoy gastando mis últimas fuerzas en ti, pero no has aguantado lo suficiente, no tienes ningún futuro, así que adiós, yo ya no cuidaré más de ti.” Este mensaje lo abarcó la chica en menos de medio segundo. Luego notó un fuerte tirón y pasó lo que dijo aquella entidad y, tras rebotar acelerándose en las paredes varias veces, atravesó la pared transparente y salió de su ombligo. En menos de un segundo vio cómo una ella gigante se alejaba de ella, de allí había venido, también vio a su mini ella, pero no se le ocurrió cogerse a sí misma y todas las ellas se alejaron hasta no verse nada, sólo había un inmenso vacío blanco; tampoco sabía cómo podía respirar aún no habiendo nada, supuso que tampoco había muerte y simplemente siguió existiendo allí, o más bien no, ya no existía, porque ya había quedado aislada de cualquier otro universo cuando el ente extraño la dejó.
PD: Aquella entidad era un maestro de mundos. Si no sabes lo que es, es que no has leído mi documento sobre ellos, son completamente invención mía.