miércoles, 5 de febrero de 2014

JOSÉ EMILIO PACHECO

Nos ha dejado hace pocos días el escritor mexicano José Emilio Pacheco. Lo recordamos aquí con uno de sus poemas.


NOCHE Y NIEVE

Me asomé a la ventana y en lugar de jardín hallé la noche
enteramente constelada de nieve
La nieve hace tangible el silencio y es el desplome de la
luz y se apaga
La nieve no quiere decir nada: Es sólo una pregunta que
deja caer millones de signos de interrogación sobre el
mundo







6 comentarios:

  1. EL SILENCIO.

    La silenciosa noche. Aquí en el bosque
    no distingo rumores, no, de ninguna especie.
    Los gusanos trabajan.
    Los pájaros de presa hacen lo suyo
    (seguramente).
    Pero no escucho nada.
    Sólo el silencio que da miedo. Tan raro,
    tan raro, tan escaso se ha vuelto en este mundo
    que ya nadie se acuerda como suena,
    ya nadie quiere
    estar consigo mismo un instante.
    Mañana
    dejaremos de nuevo la verdadera vida para
    mañana.
    No asco de ser ni pesadumbre de estar vivo:
    extrañeza de hallarse aquí y ahora en esta hora tan muda.
    Silencio en este bosque, en esta casa
    a la mitad del bosque.
    ¿Se habrá acabado el mundo?

    Este poema ``EL SILENCIO´´ de José Emilio Pacheco trata sobre el silencio de una noche en la cual cada uno se dedica a lo suyo y la soledad en el instante causa una sensación de rareza y miedo. Y esta situación de encontrarse solo en un lugar da lugar a plantearse preguntas como ¿Se habrá acabado el mundo? , como al final del poema.

    En mi opinión es un poema muy bonito que transmite bien ese sentimiento de duda sobre lo extraño,lo raro.

    JUDITH LAPEÑA MORENO.

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  2. La noche nuestra interminable.


    Mis paginitas, ángel de mi guarda, fe
    de las niñeras antiquísimas,
    no pueden, no hacen peso en la balanza
    contra el horror tan denso de este mundo.
    Cuántos desastres ya he sobrevivido,
    cuántos amigos muertos, cuánto dolor
    en las noches profundas de la tortura.

    Y yo qué hago y yo qué puedo hacer.
    Me duele tanto el sufrimiento de otros,
    y apenas
    intento conjurarlo por un segundo con estas hojitas
    que no leerán los aludidos, los muertos ni los pobres
    ni tampoco
    la muchacha martirizada. Cuál Dios
    podría mostrarse indiferente
    a esta explosión, a esta invasión del infierno.
    Y en dónde yace la esperanza, de dónde
    va a levantarse el día que sepulte
    la noche nuestra interminable doliendo.


    Este poema del autor José Emilio Pacheco, habla sobre como vive el autor las degracias que ocurren en el mundo cada dia y cómo plasma su dolor a través de la poesía utilizándola como forma de desahogo personal. Busca respuestas, busca un culpable y se pregunta qué clase de Dios puede abandonar a su creación de tal forma. Reflexiona sobre cuando cambiará la situación si es que aún tiene remedio.

    Alicia Utrera.

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  3. Los elementos de la noche

    Bajo el mínimo imperio que el ver no ha roído
    se derrumban los días, la fe, las previsiones.
    En el último valle la destrucción se sacia
    en ciudades vencidas que la ceniza afrenta.

    La lluvia extingue
    el bosque iluminado por el relámpago.
    La noche deja su veneno.
    Las palabras se rompen contra el aire.

    Nada se restituye, nada otorga
    el verdor a los campos calcinados.

    Ni el agua en su destierro
    sucederá a la fuente
    ni los huesos del águila
    volverán por sus alas.

    José Emilio Pacheco.

    Andres Guschin 1B

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  4. José Emilio Pacheco - El fuego

    En la madera que se resuelve en chispa y llamarada
    luego en silencio y humo que se pierde
    miraste deshacerse con sigiloso estruendo tu vida
    Y te preguntas si habrá dado calor
    si conoció alguna de las formas del fuego
    si llegó a a arder e iluminar con su llama
    De otra manera todo habrá sido en vano
    Humo y ceniza no serán perdonados
    pues no pudieron contra la oscuridad
    tal leña que arde en una estancia desierta
    o en una cueva que sólo habitan los muertos.



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  5. José Emilio Pacheco - Inmemorial.

    El misterioso día
    se acaba con las cosas que no devuelve

    Nunca nadie podrá reconstruir
    lo que pasó ni siquiera en este
    más cotidiano de los mansos días

    Minuto enigma irrepetible

    Quedará tal vez
    una sombra una mancha en la pared
    vagos vestigios de ceniza en el aire

    Pues de otro modo qué condenación
    nos ataría a la memora por siempre

    Vueltas y vueltas en derredor de instantes vacíos

    Despójate del día de hoy para seguir ignorando y viviendo.

    En este poema de José Emilio Pacheco, nos dice que hay que despreocuparse y olvidar los problemas porque el tiempo pasa y no va a volver atrás, por lo tanto hay que despreocuparse y vivir la vida.

    Raúl Torres Vargas.

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  6. ``La diosa blanca´´ de José Emilio Pacheco Berny

    Porque sabe cuánto la quiero y cómo hablo de ella en su ausencia,
    la nieve vino a despedirme.
    Pintó de Brueghel los árboles.
    Hizo dibujo de Hosukai el campo sombrío.

    Imposible dar gusto a todos.
    La nieve que para mí es la diosa, la novia,
    Astarté, Diana, la eterna muchacha,
    para otros es la enemiga, la bruja, la condenable a la hoguera.
    Estorba sus labores y sus ganancias.
    La odian por verla tanto y haber crecido con ella.
    La relacionan con el sudario y la muerte.

    A mis ojos en cambio es la joven vida, la Diosa Blanca
    que abre los brazos y nos envuelve por un segundo y se marcha.
    Le digo adiós, hasta luego, espero volver a verte algún día.
    Adiós, espuma del aire, isla que dura un instante.

    Rafael Arboledas Callejo

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