Ayer soñaba.
Tú eras el árbol manso
-isla morada, abanico de brisa-
entre la siesta densa.
Y yo me adormecía.
Después yo era un arroyo
y arqueaba mi lomo de agua limpia
como un gato mimado,
para rozarte al paso.
Habilitamos este blog para colgar todas las actividades realizadas con el alumnado a través del programa ComunicA